Filosofía del Despacho
Una defensa eficaz
Tanto el sistema de trabajo como la organización del despacho se orientan hacia un objetivo principal: establecer una defensa eficaz de los intereses que se le encomiendan, ya sea en la defensa de imputados, como en el ejercicio de la acusación particular. Una defensa eficaz sólo se alcanza con dedicación y esfuerzo.
Es importante dedicar tiempo tanto a las entrevistas con el cliente y con los testigos que éste pueda aportar como al estudio de la causa. De ahí que sea condición indispensable limitar el número de casos anuales cuya defensa asumo para poder prestar un servicio profesional personalizado y satisfactorio.
La relación de confianza entre el abogado y el cliente se establecerá sobre las bases deontológicas de confidencialidad, transparencia y secreto profesional. Además debe existir consenso y mutuo acuerdo entre el letrado y su patrocinado en cuanto a los objetivos que se marquen en cada fase del proceso.
Establecer unos objetivos claros y concretos y contar con unas líneas de defensa bien trazadas desde el inicio mismo del proceso penal, son las mejores garantías para enfrentarse a un juicio con planteamientos eficaces.